Cuando escuchamos sobre desinfección de espacios, lo normal es que la gente se fije en la limpieza del suelo, paredes y muebles para comprobar que no hay manchas y que están libres de polvo. Incluso hay quien se guía por el olor, para interpretar si está limpio el espacio donde entró.
Pero en lo que casi nunca pensamos al entrar a cualquier habitación es en que tan limpio está el aire. Si es difícil saber a simple vista la limpieza real de un objeto o mueble, es mucho más difícil saberlo con el aire. Es posible que sea muy evidente si el ambiente está viciado, por ejemplo si hay partículas de polvo flotando o existe mal olor; pero podemos estar respirando un aire insalubre sin ser conscientes y contagiarnos de enfermedades respiratorias.
¿Por qué es importante desinfectar el aire?
Una mala calidad del aire es nociva para la salud, ya que aumenta el riesgo de padecer enfermedades respiratorias como el COVID-19, influenza, gripe o incluso conjuntivitis. También incrementa los problemas de personas alérgicas a ácaros o esporas.
La importancia de controlar la limpieza del aire en cualquier habitación, reside en que los virus y bacterias se concentran hasta 100 veces más en un espacio cerrado, lo que incrementa la sensibilidad a los mismos en las personas.
¿Cómo saber si el aire está limpio?
Los contaminantes en un espacio cerrado pueden ser de dos tipos: biológicos o químicos. Si es habitual el flujo de personas en el espacio o la presencia de organismos o materiales bilógicos incluyendo plantas o animales, es seguro que el aire estará contaminado con microorganismos.
Del mismo modo, el aire estará contaminado por químicos si utilizamos ciertos productos (perfumes, productos de limpieza químicos, etc.) o si convivimos con materiales nocivos en el edificio o la decoración: pinturas, pegamentos, muebles con formaldehído, plásticos…
Un espacios de mucho tránsito es más propenso a ser contaminado y si, como es habitual, acudimos a trabajar con algún virus o resfriado, lo normal es que éste se propague rápidamente por el espacio.
¿Cuál es el mejor método para desinfectar el aire?
Lo primero es la limpieza diaria para evitar acumulación de polvo y suciedad que desprenda hongos, ácaros o bacterias. Una vez realizado esto, la mejor forma de limpiar el aire en un espacio cerrado es la desinfección aeróbica constante y efectiva. Para eso lo ideal es utilizar un sistema de desinfección UV, específicamente UV-C germicida.
A diferencia de los purificadores de aire convencionales que solo filtran el aire y reducen contaminantes pesados como polvo y hongos, la luz UV-C es capaz de eliminar hasta 99.9% de virus y bacterias presentes en el ambiente. Equipos cómo Li-tox Air trabajan de forma continua, segura y sin necesidad de que los usuarios salgan de la habitación. Es un equipo que por su diseño es fácil de instalar y su tiempo de vida lo hace altamente rentable para lugares como oficinas, consultorios o fábricas.
¿Cómo no limpiar el aire en un espacio cerrado?
La limpieza, sea del tipo que sea, debe combinar higiene, aspecto y olor. Si uno de los elementos falla, no podemos hablar de desinfección.
Por ejemplo, el aire no se desinfecta con una vela aromática, un ambientador, ozono o químicos. Estos productos pueden provocar alergias, asma o irritación.
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